Al levantarme y ver los rayos del
sol que iluminaban mi rostro con el inicio de un nuevo día, me había percatado
no iba a ser un desperdicio como el día anterior dado que no me había ido bien
por un problema que no le he hallado una solución definitiva y tenia un poco
pegado mi orgullo por no llegar a mi acometido.
Me levanto, reviso la computadora para revisar las entradas de la página,
reviso algunos comentarios que me han llegado vía inbox mediante el Facebook.
Una vez terminado todo ello, inicio con el paso más importante del día: EL DESAYUNO.
Si, sé que muchas personas en
esta época piensan que el desayuno es
una gran perdida de tiempo y se lo saltan hasta el almuerzo o porque no, hasta
el punto de tirarse el ayuno diario como si fuesen a recibir su primera
comunión diaria, llena de stress a causa de ver un poco la televisión antes de
ir al trabajo o también tirar la primera calada de cigarrillo del día para
relajarse antes de la jornada. No es que me quiera meter con las personas que
elijan no desayunar antes de salir de casa, pero en realidad, uno
sale de casa tan estúpido sin tomar un alimento decente y no puede coordinar,
que termina durmiéndose sentado en el transporte público y pasarse hasta tres
cuadras de su parada habitual.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg5CylKOXtyo_7UyK6T-omYa-NjbJMtO597EmyrMnqUfPzCvxYb8Uvw1cjBKnXJkLcNxt2lp4vjG0zLaVSMl4L900yh4P83FfhyqZkqMoEwBno1vl2-ugYhiYnxMwHXOOOfqYXE6Jt0BRSH/s320/IMG00131-20120723-1343.jpg)
Ahora que me encuentro con la
novedad que no han hecho las compras del supermercado, reviso el refrigerador y
no me extraña que no haya nada comestible en que apoyarse, ¿cereal? No gracias,
ya estoy hasta el gorro de comer lo mismo dos días seguidos y lo único que hago
para pasármelo es leer la tabla nutrimental de la caja para olvidarme que
parezco un borrego dándole la misma comida una y otra vez
. NO, QUERIA ALGO NUEVO QUE NO ESTABA ACOSTUMBRADO A DESAYUNAR A ESAS
HORAS TAN TEMPRANESCAS DE LA MAÑANA. Pensando en un momento de curiosidad,
abrí la alacena, y me encontré con un montón de cosas para comer que no me
había percatado desde hace tiempo que estaban allí. Desde sopas instantáneas en
sobres, latas de legumbres, barras para hacer chocolate caliente, empaques de
pasta para hacer spaggettis, salsas, harina para preparar hot cakes (que
curioso que me había olvidado de ello por la pereza) y en especial había algo
que me había llamado la atención y que daba a pensar, había
UNA LATA SIN ETIQUETA. ¿Cuántas veces
nos encontramos en la alacena con una lata que no tenga su etiqueta y que no ha
sido abierta? Me parece que muy pocas veces, hasta diría que hay algo muy
extraño:
“el deseo de saber que contiene, sin darle demasiada importancia que
hay dentro de ella solo por simple curiosidad y sin saber hasta donde te puede
llevar”.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgbJr71-MOdakzle30yLK1JoVrMegO2czaB_F2p6uST067GTLSXeals9fs3l7N1z6DV39PnNtJojzTevNxAyBaK98BVo1aoRQl8Zab4zmjRcTe-eYc76j1AxC_wy_WH7V-MOG4Fse6LpkmM/s320/IMG00132-20120724-1242.jpg)
Curiosamente, esta lata veo que
todavía su fecha de caducidad es
“aceptable”
ya que nadie de la casa ha tenido curiosidad de abrirla y saber su verdadero
contenido, emprendí la tarea de hacerlo. La tomo, siento el peso de la misma y
me hago una idea de lo que hay en el recipiente. Ahora, la lata tiene un abridor
que hará que se abra sin necesidad de utilizar otra herramienta, hago palanca
con el broche de la lata y me encuentro
con el primer obstáculo en búsqueda del contenido
: EL BROCHE SE DESPRENDE ANTES DE QUE HICIESE UNA MINIMA ABERTURA.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi72LWEyhGEUIoRhYo3kCktiBdWH6ZFZwF61rIazB3-Bhy3ecZss7ZmDqRO8qLxi7IyxP2tTFnfCjT05LbxbWmSLiUY7sNgT3fSk6hp6vrZZ_7JNHvxgIYTkfItKv9Z_fjJkaUSJ1rESHBu/s320/IMG00134-20120724-1247.jpg)
¿Ahora que puedo hacer
? Simple y sencillamente sabía que tenía
que abrirla a como diera lugar y sin importa lo que contuviese, me encontré en
una situación que carecía de un abrelatas en casa (menuda sorpresa que me
lleve al saber que no tenía uno), tenia un cuchillo cebollero para incrustarlo,
hacerle un agujero y hacer palanca con el mismo alrededor de la tapa y tomando
en cuenta la línea de apertura que utiliza el broche. Lentamente abrí la lata
poco a poco hasta que me encontré con una grata sorpresa:
había una crema de calabazas que me encantaba desde siempre, a tal
grado que mi querida mamaíta me la daba cuando era apenas un infante y me hizo
recordar ciertos pasajes de mi infancia.
Y gracias a la simple curiosidad
en mi más sentido ser estaba pensando en ello, en algo que realmente me gustaba, sin importar lo que había en el exterior, sin
etiquetas ni nada, solamente fue mi intuición, saber echarle el ímpetu
necesario para redescubrir una sensación
que en verdad me agrado volver a sentir desde hacia mucho tiempo y que la había
recuperado gracias a esa pequeña cosa llama curiosidad.
uyy que gran post.. me encanto tu forma de narrar...
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