Sabes que sientes el momento de
la verdad, en donde te preparas para
encarar tu momento que puede ser tanto
de gloria como de humillación. Pero antes de llegar a ello, aquel momento
en el que la gran mayoría de las veces no estas preparado para encararlos, has
entrenado durante días y horas obteniendo buenos resultados, visto a muchos
igual que tu en las mismas condiciones que tu, aguardando también la misma
oportunidad que tanto anhelan, ya que solamente a ti se te ha dado el
ofrecimiento de exponerte y mostrarte lo que eres en un corto tiempo.
Sí, corto, como lo has escuchado,
en un lugar en que te encontrarás a un semejante en las mismas condiciones que
se te han dado. El busca lo mismo que tú, busca exponerse y darse a conocer al
igual y ha sido golpeado por el pasado, vivido y experimentado las mismas o
hasta más carencias que las tuyas y eso lo lleva a QUE
SOLAMENTE PUEDE HABER UN GANADOR Y UN PERDEDOR.
Ahora estas en las mazmorras de
la arena y enfrente de ti te observa tu
oponente, al mismo que está dispuesto a exponerse en breves momento. Escuchas a
las personas de las gradas, los ánimos están caldeados, hay mucha expectación por
el combate, solo uno sobrevivirá, uno tendrá la tan ansiada búsqueda de
validación de las masas, el otro será humillado y perderá credibilidad por el
resto de su vida.
¿Por qué estos dos individuos se
exponen? Será acaso porque han sido obligados a ello, búsqueda de nuevas
emociones, intentar impresionar a una persona en concreto. ¡NO!, LO HACEN POR
CONVICCIÓN, LO HACEN PORQUE TIENEN UN
OBJETIVO: VIVIR Y EXPONERSE A SABIENDAS QUE LES PUEDE COSTAR LA VIDA EN EL ACTO.
Que decir de los espectadores, ellos están solamente para ver la acción, sabiéndose
ellos mismos que no están dispuestos a exponerse de esa manera, ya que no quieren
arriesgar, a “sentirse cómodos en sus
asientos y ver lo que pasa”, quejarse en su día a día que siempre tienen
vidas rutinarias en las cuales se aburren de la gran mayoría de lo que hacen
por el simple hecho de no arriesgar un poco más por superarse a si mismas, sin
haber experimentado esas sensaciones que estos dos guerreros están listos para exponerse
a emociones en las cuales los mismos espectadores
lo único que hacen es “alegrar el ambiente” de dos guerreros que están listos
para salpicarse de sangre en la arena que le llamamos VIVIR.
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