Hoy que es el inicio de otra semana y que estoy
diciéndole un hasta luego al mes de septiembre me ha ocurrido algunas
situaciones muy interesantes en lo que voy de este fatídico lunes con una
sobredosis de resfriado común y un poco de mala suerte con el caer de la brisa
urbana.
Por un momento pensé que no iba a venir a la universidad
sintiéndome como un boxeador golpeado después de quince asaltos pero al final
algo me motivo el levantarme de mi cama, darme un baño reconfortable con el
agua tibia a sabiendas quedando muy poco gas para preparar la comida de la
tarde , viendo que playera me iba a poner en este día tan gris para que no
intentase llamar la atención de lo que generalmente, tomarme el medicamento con
un poco de agua para emprender mi trayecto en el transporte publico que nos
brinda nuestros queridos cafres.
Durante el trayecto no había nada fuera de lo
normal, todo iba sobre ruedas, a excepción de aquella rubia que estaba sentada
a mi lado, escuchando música a través de su teléfono utilizando su visión
periférica constantemente sobre mi persona desde los pies hasta la cabeza. Por
mi parte me sentía un poco alagado y a la vez rejuvenecido del resfriado que me cargaba desde el fin de semana que pasó,a la vez de como el sentir de su mirada sentí me había inyectado un impulso que venía algo
decaído últimamente debido a las ultimas hijoputadas que le había hecho
últimamente a un buen amigo y algunos aspectos de mi vida que acababan de acontecer. Esa querida rubia me ayudo a sentirme un poco
mejor y por que no aprovechar la oportunidad de entablar una conversación con ella; con un simple hola fue más que suficiente para charlar durante el trayecto contándome que hoy iniciaba su nuevo trabajo y que estaba algo nerviosa y por increíble que pareciera me dio su numero de teléfono para contactarla, con el pretexto que durante la semana ella estará trabajando cerca del supermercado de los alrededores de mi casa.
Y que no decir que al entrar a la universidad me encuentro con una amiga
que comienzo a estimarla, aquella como si fuese una pequeña hermana
sorprendiéndome con un juego de niños y poniéndonos al día de lo que nos ha
pasado en nuestras respectivas vidas. A su vez, personas preguntándome como me
he sentido, al punto de decirme que tengo un golpe en la nariz con el simple
pretexto de conversar con ellos y escucharlos sea la razón que sea no tienen la
culpa de renegarles acerca de mí jodido resfriado.
Además de sorprendente es de que es cuando me dirijo
a una de mis clases, me viene un amigo al cual lo he jodido no hace mucho y de hecho acepto la cagada
que he cometido, sabiendo que no puedo echar atrás el tiempo y enmendar la
situación, me sorprende hablándome con amabilidad y con la jovialidad que lo
caracteriza. Espero que este sea el principio de resolver las diferencias de
cada uno y lleguemos a una buena convivencia, ya que lo veo diario y me ha
ayudado aunque no lo sepa en uno de mis momentos más oscuros de mi vida.
Y ahora que he terminado de escribir, ahora estoy
plantado aquí mismo, en la cafetería de la universidad en una de mis horas
libres escribiendo que mas que un articulo es una línea de pensamiento
reflexivo de mi experiencia. Además de que en cada uno de nosotros es como
deberíamos de encarar cada uno de los momentos, saber reaccionar de manera
amable y elocuente sin esperar nada a cambio el único consejo que te puedo dar
para que se convierta en un bálsamo es: DEJATE
FLUIR por que en realidad, nunca sabes que es lo que te deparará tu nuevo día.