Hoy quiero tratar un tema importante que hemos estado metidos en
nuestras vidas. Hablo de lo que nos apasiona, a ti ¿qué es lo que te llena? ¿Qué es lo que haces para divertirte y que te paguen
bien por ello?
Muchos debemos olvidarnos de
esas aspiraciones idealistas ya sea por cuestiones familiares, económicas y
hasta por qué no hasta amoldarnos por esa persona que nos complementa.
¿Sabes qué? Uno jamás
debe permitir que nos quiten eso, ni el vecino, ni el mejor amigo, ni tu
hermana ni tu madre, aunque estés en tu hora más oscura jamás debes de
claudicar por lo que anhelas, porque es lo que te hace especial y te
diferencia de los demás. Aunque solamente sepas hacer solamente una sola
actividad, lo hagas bien y recibas réditos por ellos para sobrevivir en este
camino llamado vida.
Te pondré un ejemplo para que
te quede más claro:
Estas
metido en una actividad que aunque no te deje mucho dinero, pero lo
haces con tanta pasión al punto de sentirte completo y no necesitar de nadie.
Todo sobre ruedas y un buen día te cortan esas aspiraciones y te das cuenta de
que toda tu vida estaba ligada a ello, ¿y qué carajo haces? Empiezas a ver el
mundo de manera distinta, que no todo era eso que te apasionaba, había muchos
detalles de la vida que te habías perdido por estar tan sumergido en ello y comienzas
a sentirte como un pequeño ermitaño saliendo de una cueva, viendo el primer
destello del sol, después de mucho tiempo de no verlo. Te adaptas a las
circunstancias y adquieres nuevas habilidades, habilidades que te ayudan a
sobrevivir al mundo que te habías alejado. En el transcurrir del tiempo te das
cuenta que te sientes apagado, que no sabes hacia donde te diriges, no tienes
ni idea de lo que realmente te apasiona, aquello que querías hacer. Recuerdas
los viejos hábitos, aquellos que te hacían sentirte único y que solamente
importaba y un buen día regresa esa oportunidad de volver con una nueva
perspectiva que has adquirido en tu pausa.
¿Qué ocurre? Simple, vuelves a
hacer lo mismo que hacías antes y te sientes vivo, te inyecta la euforia de eso
que te llena y te percatas que jamás debiste haber salido de ahí. Lo único que
paso es que te tomaste un receso involuntario para reflexionar si en verdad era
eso que te apasionaba al mismo tiempo verlo desde otra perspectiva a la vez de emplear las nuevas herramientas que has adquirido.
La cosa era así de simple, uno
tiene que retirarse de lo que desea para volver con mayor fuerza y volverse a
sentir vivo, ahora bajo otras circunstancias.
Porque no siempre podremos
conseguir lo que queremos, pero si lo deseamos con la fuerza suficiente y
persistes lograrás lo que te propongas.